Los que lo han experimentado ya, lo saben, encontrarse con el silencio produce vértigo. Cuando no hay hábito de silencio, el silencio asusta. Sin embargo, en cualquier proceso de autoconocimiento, de crecimiento personal, hay una etapa en la que uno/a se acerca a él.
Bajar el volumen, la intensidad de los estímulos externos sociales, relacionales, laborales… y escuchar qué es lo que uno/a oye cuando retira su mirada del exterior.
Lo primero que aparece es el propio ruido, fiel y celosamente protegido por el ruido exterior. El ruido es un recurso que aprendemos en Occidente, desde muy pequeños, para esconder el dolor.
Cuando lo mantenemos oculto, cuando no puede ser expresado, el dolor se transforma en sufrimiento.
Sin darnos cuenta, elegimos el sufrimiento como alternativa al dolor. Lo hacemos para no contactar con el dolor que sentimos por una pérdida, un hecho traumático, o cualquier otro acontecimiento que tiene que ver con nuestro destino.
Es entonces cuando vivimos “dormidos”. Porque entramos en un proceso de adormecimiento, en el que disminuimos la capacidad de sentir el dolor y, a la vez, de sentir la alegría, el placer.
Este proceso inconsciente es un aprendizaje/patrón social y cultural, que no somos responsables de haber adquirido. ¡Pero sí somos responsables de elegir mantenerlo!
Por ello, es preciso tomar consciencia. Ahora bien, sin silencio, unx no puede despertar a la conciencia.
Afortunadamente, hay ventanas que se abren periódicamente para poder despertar a la conciencia. Cuando nuestra alma está agotada, aparecen las crisis de salud, ya sea emocional o física: una depresión, un ataque de ansiedad, un accidente, una enfermedad…
Todas estas crisis te recuerdan que te has olvidado de ti. ¿Y adivinas que te proponen estas situaciones? Hacer una pausa, encontrar el silencio y escuchar lo que está detrás de estos indicadores:
Acompaño a personas, equipos y organizaciones hacia el despertar de la conciencia. Hace 10 años descubrí que el desierto es un espacio idóneo para parar y dar espacio a aquello que necesita ser atendido, dentro de ti.
Ello me llevó a crear “Caravana hacia el interior”, un proyecto a través del cual mi equipo y yo te acompañamos en un viaje transformador, hacia donde tu alma te lleve.
Òscar Boule, creador de “Caravana hacia el interior”.
Naturaleza, silencio, encuentro.