¡Y nos olvidamos de celebrar! Somos una sociedad que huimos despavoridos del dolor y llenamos nuestras vidas de actividades que nos mantienen en una ficción de felicidad constante.
Buscamos constantemente logros, nuevos retos, desafíos que pongan a prueba nuestra autoestima, nuestra seguridad, nuestra confianza… y eso evita que entremos en contacto con nuestra parte frágil, vulnerable, dañada. Y entonces no paramos, porque parar supondría entrar en contacto con nuestras carencias. Sin tiempo para parar, no hay tiempo para celebrar. Porque la pausa es un ingrediente indispensable en la celebración.
Replantearnos el significado de celebrar
Cuando hablo de “celebrar” me refiero a un acto ritual que se realiza en grupo y que nace de una necesidad interna de compartir, de literalmente celebrar la vida.
Celebrar es una necesidad orgánica de los seres humanos. Celebrar nos regenera, nos recarga las pilas, nos afianza en el sentido de pertenencia a algo más grande.
¿Qué puedes celebrar?
Celebra que estás viv@, que tus allegados gozan de salud, que tienes trabajo, que hoy viste salir el sol, que soltaste esa relación que te dañaba, que terminaste un proyecto, que tus padres estuvieron presentes, que tus hijos crecen y vuelan, que los hijos de tus hijos abrazan la vida, celebra que todavía puedes celebrar, que la madurez/la vejez te trajo sabiduría, celebra que has recibido ayuda cuando la necesitabas, celebra las caricias, los orgasmos, las paellas con amig@s, celebra que estás en paz con la vida tal y como se presenta.
Celebrar nos hace fuertes
Y si celebras, si practicas este ritual indispensable, estarás con los pies en el suelo y con suficientes energías para sostenerte cuando pierdas a un ser querido; cuando te sientas rechazad@; cuando el trabajo o el dinero no sean suficientes; cuando te duela el cuerpo, la vejez, la enfermedad; cuando el desamor te rompa, cuando tus hijos no cumplan tus sueños; cuando te sientas sol@; cuando necesites ayuda y no la encuentres.
Celebrar te arraiga a la vida y la desdramatiza
“Caravana hacia el interior” es un proyecto que nació en 2010 con el objetivo de tener un encuentro profundo con uno mismo, con la naturaleza y con los demás. En nuestras caravanas, los rituales, el ritmo, la organización, el equipo… Todo está diseñado con el amor y la profesionalidad necesaria para que te permitas parar, dejarte cuidar… y, sobretodo… ¡¡¡Celebrar!!!
Òscar Boule, creador de Caravana Hacia el Interior
