El sosiego, el sentirse en paz, la fuerza vital, el abrazar la vida tal y como se presenta, es un movimiento natural en el ser humano.
Sin embargo, a menudo o, muy a menudo, tendemos y nos acostumbramos a un movimiento no deseado caracterizado por: el estrés, la tensión, la desconfianza, la ansiedad, la frustración, el bajo tono vital, la dificultad para aceptar la vida tal y como se presenta.
¿Cómo podemos llegar a sentirnos en paz y abrir el corazón a la vida? Es decir, ¿cómo podemos alcanzar ese movimiento natural del que te hablaba en las primeras líneas de este artículo? Sigue leyendo, te acompaño a descubrirlo.
Hace ya 20 años, en plena crisis vital de los 40, conocí lo que se llama “estados modificados de consciencia”, o “estados no ordinarios de consciencia”, como lo denominaron en su libro La tormentosa búsqueda del ser (Grof, 1a Edición 1995), sus autores Christina y Stanislav Grof.
Un estado no ordinario de consciencia es aquel que permite:
Desde la noche de los tiempos, esa búsqueda de la paz interior y de la trascendencia, ha llevado a muchas culturas a buscar estos estados no ordinarios de consciencia en:
A estos estados también accedemos, a veces, de forma espontánea:
Mi insatisfacción vital y mis ganas de sentirme bien, unido a mi naturaleza emprendedora y curiosa me llevaron a explorar, primero para mi salud emocional y, luego, para complementar mi voluntad y misión de vida de acompañar a otras personas, diferentes formas de estados no ordinarios de consciencia.
Y veo, una y otra vez, acompañando a personas en viajes de introspección al desierto, en ceremonias rituales con plantas sagradas, en retiros… que los estados no ordinarios de conciencia facilitan, a menudo de forma catártica, la liberación de material inconsciente que permanecía oculto.
¿Por ejemplo? Desde patrones familiares, sociales y culturales limitantes, hasta traumas producidos por el abandono, la humillación, los malos tratos, los abusos…
Nuestra vida, según la cantidad e intensidad de este material inconsciente, se convierte en una lucha. Nos invade una tensión inconsciente por querer mantener en el olvido toda esta información y, al mismo tiempo, por tener la necesidad de vomitarla.
Lo que sucede, si no lo vaciamos, es que aparecen las somatizaciones y la infelicidad. El sinsentido de la vida tiende a ir tomando espacio, desalmándonos. Entonces, mejor vaciar este material inconsciente, ¿verdad?
Para conseguirlo, tendremos que abrir la puerta y contactar con el dolor, que hizo que lo ocultáramos. La paradoja es que mantenerlo oculto nos evitó el dolor, pero nos sembró una vida con sufrimiento.
Entrando en estados no ordinarios de consciencia, contactarás con el dolor, lo liberarás y tendrás, como regalo, la paz, la aceptación de lo que fue y la capacidad de abrazar lo que hay y lo que está por venir. En definitiva, abrirás tu corazón y la puerta al amor.
Para terminar, quiero contarte que vivo una y otra vez la transformación de almas que, en un espacio seguro, en un clima de confianza, entran en contacto con el dolor, se liberan del sufrimiento y se reconectan con su propósito vital y con las ganas de vivir.
Los ansiolíticos y los antidepresivos dejan de ser una necesidad, y uno empieza a cuidarse y a cuidar de los demás de una forma genuina.
Te invito a participar de alguno de los proyectos que he creado para que puedas acompañar este movimiento amoroso que estás anhelando.
Consulta la agenda de caravanas y retiros de 2023.
Grof, C. G. (1a Edición 1995). LA TORMENTOSA BÚSQUEDA DEL SER. Barcelona: La Liebre de Marzo.
Òscar Boule, creador de Caravana Hacia el Interior.
Naturaleza, silencio, encuentro.